Comer y alimentarse bien son verbos diferentes. No siempre al comer nos alimentamos, pues quizá muchas veces las comidas que consumimos no contienen los nutrientes que requerimos para llevar una vida saludable. Ahora bien, una mala alimentación puede generar consecuencias posteriores en nuestro desarrollo y salud, por ejemplo, malnutrición, desnutrición y obesidad. Esta situación afecta a la población en general, es decir, a niños, adolescentes y adultos.