El proceso de lectoescritura es una de las habilidades fundamentales en el desarrollo infantil, “se define como un conjunto de habilidades comunicativas que favorecen la construcción de significados y le permiten al individuo desenvolverse en su entorno social” (Arteaga-Rolando y Carrión-Barco, 2022. p. 84), no solo permite la comunicación escrita, sino que también influye en el pensamiento crítico, con esto según el Ministerio de educación (2007) les damos a los niños la oportunidad de crecer siendo seres autónomos, seguros de sí mismos, capaces de tomar decisiones y, de esa forma, se les educa para la vida y no sólo para el momento, siendo esencial introducirlos en este aprendizaje de manera efectiva y natural.
Es básico proporcionar un ambiente rico en letras, palabras e historias, desde una edad temprana, esto implica la presencia de libros con ilustraciones llamativas y textos sencillos para facilitar la comprensión, carteles con palabras y frases cotidianas que ayuden a la asociación visual y auditiva, el acceso a materiales de escritura variados como lápices de colores, crayones y papel de distintos tamaños y colores para estimular la creatividad, además, de la interacción constante con el lenguaje oral y escrito a través de juegos de
palabras, canciones y narraciones que permitan una inmersión lúdica y significativa, también es vital resaltar que la exposición temprana a la lectura fortalece la conciencia fonológica y el reconocimiento de patrones lingüísticos, sentando las bases para un aprendizaje sólido y duradero.
En esta etapa como se mencionó anteriormente es fundamental emplear el juego como una herramienta poderosa para introducir la lectoescritura, dado que "El niño no juega para aprender, pero aprende cuando juega" (ministerio de educación, 2018) dado que antes de aprender a leer y escribir, los niños deben desarrollar la capacidad de identificar y manipular los sonidos del habla, algunas actividades que favorecen esta habilidad incluye la identificación de
sonidos iniciales y finales, la segmentación de palabras en sílabas por medio de juego de palmas, juegos de adivinanzas con palabras que rimen, las canciones que ayudan a identificar sonidos y mejorar la memoria verbal; por último la dramatización de historias, ayuda a interiorizar el significado de las palabras y a ampliar el vocabulario.
Otro aspecto a tener en cuenta es el papel fundamental que juegan los adultos en este proceso, según Vygotsky (1979) en su teoría sociocultural expone que la familia, el entorno y la cultura son importantes en el aprendizaje humano; por esta razón se puede evidenciar que algunos niños logran adquirir ciertas habilidades más rápido que otros, por su ámbito social, familiar, etc. ya que pueden haber recibido más estímulos que otros, teniendo más herramientas de adaptación intelectual las cuales, son proporcionadas en gran medida por los adultos de su alrededor. Al leer en casa de manera habitual, se permite que los niños adquieran más vocabulario y estructuras gramaticales de forma natural, por otro lado, el motivar la curiosidad lingüística a través de preguntas abiertas, adivinanzas y actividades de narración fomenta el
desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de argumentación. Introducir a los niños en el mundo de la lectoescritura requiere un enfoque dinámico y significativo, fomentando el amor por las letras y las palabras desde la infancia es el primer paso hacia una educación sólida y
enriquecedora, asegurando que los niños crezcan con las competencias necesarias para desenvolverse con éxito en su vida académica y cotidiana.
Referencias
Arteaga-Rolando, M. A., & Carrión-Barco, G. (2022). Modelo de lectoescritura.
Percepciones y retos desde la pedagogía conceptual. Revista Conrado, 18(84), 84-91.
Ministerio de Educación Nacional (2017).Lectura y escritura con sentido y significado. Colombia
Ministerio de Educación Nacional (2018). Hacia una pedagogía dialogante. Colombia
Vygotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Grijalbo.